viernes, diciembre 28, 2007

Los 7 mejores discos del 2007: Introducción y séptimo lugar

INTRODUCCIÓN: LO MEJOR DEL 2007

Comienzo con la cuenta regresiva de los 7 mejores discos del 2007, un año de cautivantes sorpresas, conciertos en Lima que parecieron milagros, extraordinarias voces femeninas, supremacías norteamericanas (sobre todo canadienses) y nórdicas, suntuosos regresos y una que otra decepción. Fue dura la elección. La cuestión se complicó, sobre todo por los buenísimos discos que aparecieron durante los últimos tres meses, de canciones sorprendentes, muchas de las cuales recién sonarán el próximo año.
Me gustaron mucho discos como Not Too Late de Norah Jones, 23 de los Blonde Redhead, el refrescante regreso de John Fogerty (Revival) y Volta de Björk (y sé que cada vez que lo escuche recordaré el inmejorable concierto que hizo en el Vértice de la Cultura).
También es justo destacar Under The Blacklight de Rilo Kiley, Boxer de The National y Ga Ga Ga Ga Ga de Spoon. Además, se quedaron a un paso de entrar en el grupo de los siete, las siguientes maravillas: el bucólico West de Lucinda Williams, Raising Sand de Robert Plant y Alison Krauss, y Challengers de The New Pornographers
Tal vez por la gran expectativa que tenía por escuchar lo nuevo de White Stripes (Icky Thump), The Shins (Wincing The Night Away) e Interpol (Our Love To Admire), sus álbumes no me llegaron a encantar del todo, aunque poseen buenos momentos musicales. También podría incluir aquí al hipercomentado In Rainbows de Radiohead. Definitivamente es un gran disco pero, particularmente, me cansa un poco escuchar a un megagrupo que siempre suena igual, sobre todo ahora que hay tantas cosas nuevas y buenas. Probablemente me equivoque.
Asimismo, debo aclarar que no he escuchado algunas placas que, seguro, me hubieran fascinado y, probablemente, quién sabe, en estos momentos formarían parte mi elección de lo mejor del año. Hablo de, por ejemplo, el nuevo proyecto de Nick Cave (Grinderman) que, me dicen, está muy bueno, y el disco de Iron & Wine. Ya habrá tiempo para descubrirlas y comentarlas.
Por otro lado, no voy a incluir discos que sonaron durante este año pero que fueron editados en el 2006. Solo cuentan los que tienen el 2007 como año de edición.
Para empezar bien con esto, y de paso dar algunas pistas sobre discos que ocuparán los primeros lugares (claro, en el caso de que esta elección le interesara a alguien que no sea mi mamá y mi novia), he querido elegir a los ganadores de lo que podríamos llamar la primera edición de los premios anuales RAN-KING, je. Aquí es necesario reconocer que, aunque este blog supuestamente es de música en general, trata básicamente sobre rock (sinceridad ante todo). Por ello, en esta elección no vamos a incluir hip-hop, ni reggaetón, ni jazz, ni cumbia (en tal caso elegiría a El Embrujo como canción del año, sin duda).
Luego (es decir, más abajo en este post) anunciaré el puesto 7 de los mejores discos del 2007. Espero sus comentarios.

Canción del año
Grupo del año
Voz femenina del año
Voz masculina del año
Dúo del año
Disco en español
EP del año
Reedición del año
Regreso del año
Concierto del año en el Perú


Canción del año: Neil Young – Ordinary People (de Chrome Dreams II)

La mejor canción del 2007 no se escribió este año, ni durante el 2006. Fue grabada por primera vez en 1988 y quedó esperando su momento en el estudio mientras continuaba acumulando fama en las presentaciones en vivo del gran compositor canadiense. Ordinary People posee nueve estrofas impresionantes y dura 18 minutos y 13 segundos que saben a poco cuando uno la escucha y automáticamente pone repeat en el reproductor. Quedaron relegadas Icky Thump de The White Stripes, Rehab de Amy Winehouse, Intervention de Arcade Fire, Tick Tick Boom de The Hives y Flourescent Adolescent de Arctic Monkeys.


Ordinary People (versión corta en concierto)

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Grupo del año: Arcade Fire (Canadá)

En este momento ningún grupo en el mundo suena con tanta fuerza y emoción. Y esto no es una opinión, es una verdad absoluta, rotunda como la muerte. Win Butler (voz principal, bajo, guitarras, etc.), Régine Chassagne (voz, teclados, acordeón, etc.), Richard Reed Parry (guitarras, órgano, acordeón, bajo, etc.), Tim Kingsbury (bajo, guitarra eléctrica y acústica), Will Butler (bajo, xilófono, sintetizadores, etc.), Sarah Neufeld (violín) y Jeremy Gara (batería) son los siete multiinstrumentistas oficiales de Arcade Fire, que este año sacó Neon Bible, el disco conceptual que le sigue al ya clásico Funeral (2004). Insuperables.

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Voz femenina del año: Amy Winehouse y Feist (empate)

Una tiene el alma negra, la otra hace magia blanca. Una, Amy, ha tomado al mundo por asalto con sus escándalos y una inigualable voz soul que hace recordar a alguna Aretha Franklin que nunca existió en los sesenta. La otra, Leslie Feist , canadiense para variar, no solo interpreta la canción del comercial de Lacoste; es nada más y nada menos que la mejor y más moderna heredera de Joni Mitchell. Una toma agua de fuego para calentar y la otra bebe del rocío en algún sagrado bosque elfo (asu). Es un empate, no sé si justo, pero no podía decidirme ante tanta maravilla.


Videoclip de Rehab

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Voz masculina del año: Bruce Springsteen

En estos días el señor Bruce Sprigsteen seguirá dando conciertos multitudinarios, de esos que acostumbra, que duran horas de horas. Es que en estos momentos 'The Boss' es tan importante como en 1975, cuando saltó a la popularidad mundial con Born To Run, o como en 1984, cuando con su Born In The U.S.A. desplazó fácil al Thriller del delicadito Michael Jackson. Y es que Bruce nació para mandar y Magic, el disco que sacó hace unos meses, es otra obra maestra contemporánea, que suena moderna gracias a Brendan O'Brien (el productor del año) y que nos prueba que la voz y la pluma del jefe están intactas a sus 58 años.

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Dúo del año: Robert Plant y Alison Krauss (por Raising Sand)

Qué cosa tan rara. Robert Plant, el agudo cantante de Led Zeppelin y Alison Krauss, la nueva princesa del Bluegrass se juntaron este año y editaron un disco buenísimo, básico y simple, lleno de ritmo, banjos, guitarras contagiosas y que por momentos saca magistralmente el silencio del baúl. Raising Sand salió en octubre como un grupo de versiones de canciones de, entre otros, el gran Tom Waits y el mismo Plant, que canta aprovechando al máximo esa susurrante y melodiosa voz que le han dado los años. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que es lo mejor del rubio en solitario (hablamos de 26 años de carrera). ¿Y Alison? Un prodigio. Uau!


Videoclip de Gone, Gone, Gone (Done Moved On)

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Disco en español: Andrés Calamaro – La Lengua Popular

Lo dudé al principio, pero en el fondo sabía que cuando Calamaro se dejara de copiar a los demás regresaría a lo suyo y sacaría otro discazo. Claro que La Lengua Popular no es Alta Suciedad ni pretende serlo. Es otra cosa; es un álbum más básico, más directo y divertido. Un crítico que no sabe de música diría "más honesto". Todo el disco posee una inocencia deliciosa, un ritmo contagioso y melodías destinadas a ser cantadas con la lengua hasta el cuello en todos los estadios del fútbol argentino. Bienvenido de vuelta, che gordo, hacedor de clásicos populares.

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EP del año: Yeah Yeah Yeahs - Is Is

Como en promedio duran 20 minutos, las canciones que componen un EP deben ser lo suficientemente buenas y directas para formar un cuerpo compacto y coherente; ello con el objetivo de cautivar al oyente en la primera oportunidad. Dicho esto, Is Is, el trabajo que los Yeah Yeah Yeahs nos quisieron regalar este año, está camino a convertirse en material de culto. Recomiendo entrar a la página que el grupo tiene en YouTube y observar los videos de las cinco canciones, que tienen la fuerza de un pura sangre. Experimentarás un cuarto de hora difícil de superar.


Rockets to Swallow

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Reedición del año: Led Zeppelin - The Soundtrack From The Film Song Remains The Same

El 20 de octubre de 1976, Led Zeppelin estrenó su película The Song Remains the Same y dos días después sacó la banda de sonido de dicho film, un disco doble que durante más de veinte años fue el único registro en vivo, oficial, del grupo. Este año, el clásico show de julio de 1973 en el Madison Square Garden se reeditó y pasó previamente por las manos de Kevin Shirley (el ingeniero responsable del brutal How The West Was Won). El resultado: insuperable. Se escucha con precisión cada toque de baqueta de Bonham, cada respiro de Plant. Además, en un esfuerzo por darle al oyente la oportunidad de vivir el concierto en su totalidad, se han incluido seis canciones más (entre otras, una memorable Since I’ve Been Loving You, abajo en video).


Since I’ve Been Loving You

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Regreso del año: Led Zeppelin

No es casualidad que la magnifica reedición que acabamos de comentar y Mothership (¡quinto compilado de la banda!) estuvieran en los escaparates pocos días antes del reencuentro de Led Zeppelin. Aquellos que hemos visto todos los videos en YouTube y escuchado los audios piratas que se propagan por Internet del concierto del 10 de diciembre en el 02 Arena de Londres, no tenemos dudas: regresó el mejor grupo del mundo. Punto.
Jason, el hijo de John Bonham, suplió bien a su padre (que será siempre el mejor baterista de rock que ha pisado el planeta) y el resto volvió a encontrar la magia y fuerza del grupo que hizo temblar al mundo a lo largo de una década.

Observa los videos de la reunión de Led Zeppelin en Ayer... 27 años después.
Concierto del año en el Perú: Roger Waters y Björk (empate)

Qué difícil. En un solo año cumplí el sueño de ver a Björk en vivo y observé un espectáculo cuyo calificativo "de primer nivel" le queda chico. No puedo decidir, arrugo. Al concierto que dio Roger Waters (compositor, bajo y voz de esa leyenda llamada Pink Floyd) en la explanada del Estadio Monumental, no le faltó nada; le sobraron miradas incrédulas ante una puesta en escena que parecía una alucinación. Pero la sola presencia de Björk en un escenario austero nos dejó bobalicones durante hora y media. Que en el 2008 continúen las sorpresas. ¡Feliz año nuevo!

Crónica del concierto de Björk


Parte de Shine On You Crazy Diamond

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LOS 7 MEJORES DISCOS DEL 2007: SÉPTIMO LUGAR

lunes, diciembre 17, 2007

Corazón delator: domingo 10 de diciembre del 2007, Estadio Nacional

NO VUELVAS SIN RAZÓN
La verdad, no estaba muy entusiasmado con todo esto de la reunión de Soda Stereo y su concierto en Lima. "Pero hay que ir" me dijeron un par de veces y esa obligación me entusiasmaba menos. El alboroto me parecía algo exagerado y prefería mantenerme al margen de la euforia. No sé, si hubieran venido en el 97, como parte de la gira "el último concierto", ahí sí; porque venían tocando juntos y porque en esa época sí que escuchaba Soda constantemente. Ahora (hace como ocho años, en realidad) no. Además, sé por buenas fuentes que Gustavo Cerati piensa que Zeta Bosio y Charly Alberti son un par de mediocres y esa arrogancia del líder últimamente me genera mucha antipatía. Y como la música tiene mucho que ver (todo, diría yo) con la simpatía...



Bueno, finalmente me regalaron un par de entradas para "La Cúpula" (el lugar más cercano al escenario), para el concierto del domingo 9, y fui con Romi, mi mujer, que estaba mucho más entusiasmada que yo. Grupos de chibolos de 12 años y señores sub-60 también formaban parte del gentío de las primeras filas. Era claro que para el domingo había muchos invitados y, asumo, no tantos sodamaníacos como la noche anterior.
Así, escéptico y sin pálpitos acelerados, escuché el primer acorde de Juego de Seducción. Luego muté. Como un extraño tic nervioso (como dice la canción), arrojé las palabras que forman la letra de ésta y de todas y cada una de las 28 canciones que tocaron durante la noche.
¡Pero claro! ¿Acaso mi cerebro podía haberlas borrado? ¡Si me sé todas las letras de sus canciones, si he sacado decenas en guitarra, si los escucho desde que tengo cinco años y debo haber colocado sus discos en el reproductor de CD (y sus cassettes en el walkman) miles de miles de veces!


Imágenes Retro

De niño escuché como loco sus tres primeros discos y de adolescente me quedé pegado con Canción Animal (1990) y Dynamo (1992). También recuerdo el extraordinario concierto que dieron en la Universidad de Lima en el 95 (no olvidaré nunca el inicio: tocaron Planta, gran tema de Sueño Stereo).
La música tiene eso, es puro corazón y en este caso el corazón me delató. Estaba totalmente entregado al show, como pocos esa noche.

DANZA ROTA
Cerati no estuvo muy fino con la guitarra, pero se metió al público al bolsillo. Estuvo muy comunicativo en comparación con aquel líder de Soda que apenas lanzaba una frase ambigua entre canción y canción. Alberti muy en lo suyo, tratando de llevar el ritmo a buen puerto a pesar de su limitada versatilidad. Por momentos el bajo de Zeta estuvo muy alto y, extrañamente, se equivocó varias veces (por ejemplo, en Signos entró mal y confundió al baterista, que llevó el inicio a destiempo durante varios compases, y en Disco Eterno no daba con la nota del cuarto acorde, como si fuera la primera vez que tocara la canción). Asimismo, las pistas distraían por momentos (sobre todo cuando se escuchaba la voz de Cerati sin que el flaco moviera los labios) y el sonido del teclado de Tweety González, quién sabe por qué, no estuvo acertado en algunos pasajes.
Pero basta con los defectos. El concierto estuvo buenísimo. La puesta en escena fue de primer nivel y Soda hizo un inteligente repaso por su carrera durante cerca de tres horas. El trío trató de recuperar el sonido original de sus canciones principales y lo logró con el plus que hoy le da la tecnología.
No sé cuáles fueron las mejores del concierto, pero las que más disfruté (como marrano, debo decir) fueron las canciones del inicio, luego Final Caja Negra, Corazón Delator, Danza Rota y el extenso final que, a mi entender, comenzó con Fue, En Remolinos, Primavera 0 (todas del Dynamo), No Existes (excelente recuerdo del Signos, 1986) y cuatro del Canción Animal. Al final del concierto me quedó claro que Prófugos es una canción pop perfecta, con un coro arrollador. Arrebatadora.


Prófugos

Para la anécdota quedaron los 10 minutos de silencio luego del colapso de los parlantes en Texturas y el final de Here Comes de Sun en Cae el Sol que pocos identificamos.

NO SON COMPLICES LOS DOS
El concierto también me dejó algunas conclusiones sobre el público nacional. Para los peruanos, en general, Soda Stereo son los Beatles. Es la verdad pura y dura. No existe ningún grupo o intérprete de pop/rock (mucho menos de habla inglesa) que pueda competir en popularidad con los argentinos. Ni los Rolling Stones, ni Madonna, ni Charly García, ni Shakira, ni Alejandro Sanz. Esto ocurre, en parte, porque el Perú es el país ochentero por excelencia (¿cuántas veces al día pasan Persiana Americana en la radio? ¿Veinte? Por lo menos).
Sin embargo, el paso de Soda por Lima confirma que el Perú no es un país rockero. Está claro, el grupo de rock más popular en la historia de nuestro país no puede llenar dos estadios limeños, mientras que en Argentina Soda hace cinco River sin mucho esfuerzo.
Ya en el concierto constaté, además y para colmo, que muchísima gente no conocía a Soda del todo. Es más, podría afirmar que Persiana Americana, Cuando Pase el Temblor, Prófugos, En la Ciudad de la Furia, De Música Ligera, Zoom, Nada Personal y Te Hacen Falta Vitaminas, fueron las únicas canciones que conocían el 100% de los asistentes al segundo concierto en el Estadio Nacional (algunos ni siquiera conocían Signos o Sobredosis de TV). ¡Hablamos de ocho de las 28 que tocaron! Es decir, mucha gente pasó más de las dos terceras partes del concierto algo aburrida (eso lo verifiqué visualmente).


En el Perú mucha gente no está acostumbrada a vibrar con lo que no conocemos ni escuchamos en la radio. Somos un público poco receptivo, cerrado y engreído. Cuando tocaron seguidas tres del Dynamo, la gente aprovechó para ir al baño, conversar o mostrar cara de desagrado por lo que estaban escuchando. Claro, el comentario general luego del concierto fue el siguiente: "Estuvo increíble (lo políticamente correcto), las luces bravazas (por supuesto), pero no tocaron Trátame Suavemente ni Ella Usó Mi Cabeza Como Un Revolver". ¿Será casualidad que sean las dos que obviaron del último compilado Me Verás Volver? Por supuesto que no.
Yo, por otro lado, acabé ronco de tanto cantar, con los pies hechos mierda y disfrutando de una tranquila satisfacción.

SET LIST:
1. Juego de Seducción
2. Tele-K
3. Imágenes Retro
4. Texturas
5. Hombre al Agua
6. En la Ciudad de la Furia
7. Picnic en el 4to B
8. Zoom
9. Cuando Pase el Temblor
10. Final Caja Negra
11. Corazón Delator
12. Signos
13. Sobredosis de TV
14. Danza Rota
15. Persiana Americana
16. Fue
17. En Remolinos
18. Primavera 0
19. No Existes
20. Sueles Dejarme Solo
21. (En) El Séptimo Día
22. Un Millón de Años Luz
23. De Música Ligera
BISES 1
24. Disco Eterno
25. Cae el Sol
26. Prófugos
BISES 2
27. Nada Personal
28. Vitaminas

Lee algo más divertido sobre el concierto de Soda Stereo en emepitri

martes, diciembre 11, 2007

Ayer… 27 años después

Led Zeppelin en el O2 Arena, Londres, lunes 10 de diciembre del 2007. Dos horas, 16 canciones, el corazón al rojo vivo.
Esta vez no hacen falta las palabras…



BBC news

SET LIST
1. Good Times Bad Times (la primera canción de Zeppelin y, sorpresivamente, inédita en vivo)


2. Ramble On
3. Black Dog


4. In My Time Of Dying
5. For Your Live (de Presence, inédita en vivo)
6. Trampled Underfoot


7. Nobody’s Fault But Mine
8. No Quarter
9. Since I’ve Been Loving You


10. Dazed And Confused
11. Stairway To Heaven


12. The Song Remains The Same
13. Misty Mountain Hop
14. Kashmir


BISES
15. Whole Lotta Love
16. Rock And Roll

lunes, diciembre 10, 2007

En este instante…

En este instante Jimmy Page, Robert Plant y John Paul Jones deben estar subiendo al escenario del O2 Arena en Londres (para mí, hoy, la ciudad más lejana del mundo). Obviamente no gané (como 20 millones de personas más) el sorteo de entradas para el increíble retorno de Led Zeppelin (del que comenté en Balota al cielo), y, claro, si hubiera ganado estaría a punto del suicidio porque no tengo los medios necesarios para ir a Inglaterra y ver a mi grupo favorito de todos los tiempos.

Aquí, a la distancia, es la tarde de cualquier 10 de diciembre. A orillas del Támesis 20 mil sujetos deliran ansiosos mientras la noche cae vibrante y llena de colores. Yo me conformo con reírme del e-mail que me acaba de llegar: la fundación Ahmet Ertegun (que organiza este regreso) me invita a comprar polos del concierto… fuiiira mier… Pero también me conformo con una convicción: el próximo año Zeppelin hará una gira mundial, pasará por Sudamérica y en ese momento estaré preparado, los iré a ver (a Río, Santiago o Buenos Aires), y así podré morirme tranquilo.

lunes, diciembre 03, 2007

Baile bomba: The Hives – “The Black and White Album”

Una sola palabra: adictivo. Para este nuevo post había planificado escribir la reseña de Magic, el nuevo disco de Bruce Sprigsteen. Estaba avanzando muy motivado por el tremendo trabajo que 'The Boss' viene realizando en el nuevo milenio, cuando cometí un error mortal: compré el recién salido The Black and White Album de The Hives. Ahora no puedo parar, lo escucho una y otra vez, en la combi, en el baño, bailo en mi cuarto, muevo la cabeza como un zombi en la chamba; he caído noqueado ante el nuevo puñetazo de estos suecos… y sigo, fiel al golpe.


Todavía aturdido puedo decir que el cuarto disco de estudio de The Hives en diez años es el mejor de su carrera. Howlin' Pelle Almqvist, el inquieto cantante de la banda (que en el escenario es una chillona combinación de Mick Jagger e Iggy Pop), esta vez muestra sus mejores registros vocales y va del grave al agudo con mayor naturalidad y solvencia que en grabaciones pasadas (It Won’t Be Long y el final Bigger Hole To Fill son prueba de ello). El resto, el fantástico Chris Dangerous (batería), Dr. Matt Destruction (bajo) y los guitarristas Vigilante Carlstroem y Nicholaus Arson; componen una base musical potente y difícil de igualar en estos días.

Continúa el fascinante rock acelerado de riffs afilados que siempre caracterizó al grupo, sin embargo, lo más sorprendente y contagioso de The Black and White Album es su versatilidad rítmica y melódica, lo que no se pudo escuchar del todo en los discos anteriores. Salvo por un par de tracks, Veni Vidi Vicious (segundo larga duración de la banda, 2000) era un fogonazo continuo, mientras que con el excelente Tyrannosaurus Hives (2004) el grupo exploró nuevos sonidos pero sin arriesgarse del todo.
Ahora que cambiaron de traje (negro por blanco) los suecos se atreven a tocar funk en la altanera T.H.E.H.I.V.E.S. (que incluso es algo ‘disco’, a lo Earth, Wind & Fire), algo de punk a lo Ramones (Return The Favour), una misteriosa cantata en piano (Puppet On A String, que bien podría formar parte del repertorio de Tom Waits), o inclusive una simple melodía instrumental con órgano y una caja de ritmos (la sorpresiva A Stroll Through Hive Manor Corridors). Ahora usan mucho más el sintetizador y el resultado mejora el timbre general de la banda, con holgura.
Claro que en el resultado tienen que ver, y mucho, los productores que han trabajado en The Black and White Album (La calidad del sonido también supera a los discos anteriores). Pharrell Williams, el famoso cantante de rap (N*E*R*D) y productor ganador del Grammy, trabajó en varias de las canciones del disco. Se puede apreciar su ‘mano’ en la irresistiblemente bailable Well Allright! (Howlin’ aúlla “Everyone's a loser in the modern world”) y la mencionada T.H.E.H.I.V.E.S. Otro ganador de la academia de la música, Jacknife Lee (que hizo Vertigo de U2 y ahora produce del próximo disco de R.E.M.), es el responsable de Hey Little World. El resultado es de primera.


Video de Tick Tick Boom

¿Lo mejor del disco? El inicio. Si no te mueves con Tick Tick Boom (en mi opinión, candidata a canción del año), Try It Again y su coro femenino (que grita el pegajoso estribillo “Up from the floor on the count of ten, oh you get up, you get down and you try it again”), y You Got It All... Wrong, simplemente no tienes músculos en el cuerpo.
Que continúe el baile desenfrenado.

Lista de canciones:
1. Tick Tick Boom
2. Try It Again
3. You Got It All... Wrong
4. Well All Right!
5. Hey Little World
6. A Stroll Through Hive Manor Corridors
7. Won't Be Long
8. T.H.E.H.I.V.E.S.
9. Return the Favour
10. Giddy Up!
11. Square One Here I Come
12. You Dress Up for Armageddon
13. Puppet on a String
14. Bigger Hole to Fill

miércoles, noviembre 14, 2007

Recuerdos de una noche inolvidable: martes 13 de noviembre del 2007, Vértice del Museo de la Nación

Ayer se hizo realidad uno de mis sueños. Björk Guðmundsdóttir pisó el escenario del Vértice del Museo de la Nación a las 9:10 p.m. del martes. Una semana antes de que la cantante cumpla 42 años, 4 mil personas recibimos el regalo de nuestras vidas: una artista entregada en voz, cuerpo y alma.


Nos sorprendió desde el inicio, sobre todo a aquellos que buscamos los últimos set list que la islandesa había desarrollado en Santiago (el sábado 10 en el estadio San Carlos de Apoquindo) y en Buenos Aires (4 y 7 de noviembre en el Gran Rex). En Lima, Björk entró con todo: dejó The Anchor Song para el final y arrancó, potente, con la marcha de Earth Intruders y luego Hunter (la primera de las 6 que toco del Homogenic, 1997).
Las diez gringas encargadas de los vientos (Björk las bautizó como las “Wonder-brass”) la rompieron desde el inicio. El público ya estaba entregado y algo ronco para la tercera de la noche, la bella Cocoon (única canción del Vespertine, 2001, que incluyó en el concierto), en la que se pudo apreciar el encomiable trabajo sonoro de los otros tres músicos en escena (y, claro, el de sus Mac).
Con Pleasure Is All Mine empezó una parte del recital que Björk dedicó para interpretar, con variaciones, un grupo de canciones correspondientes al experimental Medúlla (2004). Una emotiva Joga también se coreó durante estos momentos.
Después de que Army Of Me (primera de las 3 que tocó del Post, 1995) moviera las cabezas de todo el recinto, y de Innocence (de las mejores de Volta, 2007), Björk, que hasta el momento solo se había dirigido al público con algunos “gracias”, increpó a los muchos que, sin respetar las advertencias que se hicieron antes del concierto, acribillaban con fotos a la diosa islandesa. “¡I don’t wanna see cameras, I wanna see your faces!”. A partir de ese momento, las pantallas luminosas desaparecieron.


Björk encantaba con su inigualable voz a un gentío que la miraba absorto. Frente plateada, malla de largarto y túnica multicolor; la cantante, entre canciones, se inclinaba, tomaba de un vaso e ingería algo usando una cuchara. Bailaba como una niña introvertida pero pendeja, a veces abría la boca como un tigre y soltaba un tono imposible, saltaba y movía las manos como abanicos, iba de un lado a otro y los espectadores levantaban los brazos para intentar el milagro de tocarla o simplemente para intercambiar una mirada repentina.
Bachelorette fue monumental, I Miss You armó el tono. El vértice de la cultura se llenó de saltos con Hyper-Ballad (lo mejor de la noche) y el vibrante estruendo electro-punk de Pluto. Luego, los artistas volvieron a los camerinos y el público coreó algunos minutos “chiiina, chiiina” y un poco ortodoxo “olé, olé olé olé, Bi-ork, Bi-ork”.


La islandesa apareció con algunos gestos extraños en la nariz y, como seguramente se le había resecado la boca, se lamía los labios como un gato después de tomar su leche. Todo el vértice cantó The Anchor Song.
La fiesta terminó arriba, en las estrellas. Con el grito de “Que viva la revolución”, Björk y las Wonder-brass se despidieron, luego de hora y media, con una inolvidable interpretación de Declare Independence, el devastador corte de Volta, mientras el papel picado volaba entre miles de saltos y los gritos de "raise your flag! Higher, higher!"
Gracias Björk por una noche inolvidable.

Set list:
1. Earth Intruders
2. Hunter
3. Cocoon
4. Pleasure Is All Mine
5. Joga
6. Who Is It
7. Desired Constellation
8. Army Of Me
9. Innocence
10. Bachelorette
11. I Miss You
12. 5 Years
13. Unravel
14. Wanderlust
15. Hyper-Ballad
16. Pluto
17. The Anchor Song
18. Declare Independence


Introducción

Earth Intruders

Parte de Hunter

Final de Declare Independence

Fotos y videos: Julio Pérez Luna y Diana Zapata

Lee también: La visita del año (PRIMICIA NACIONAL) y Bjork en Lima (emepitri).

lunes, noviembre 12, 2007

Esperado regreso: The Raveonettes – "Lust, Lust, Lust"

En el último texto que publiqué en RAN-KING, Los mejores discos año por año (2000-2006), califiqué al Pretty In Black de los Raveonettes como el mejor disco del 2005 y no pude ocultar la gran expectativa que sentía por la aparición del nuevo material de esta fantástica banda danesa. Bueno pues, poco después de escribir el mencionado post busqué un poco por la Internet y me di con la sorpresa de que el grupo preparaba nuevo material para fin de año. Ahora me alegra anunciar que la espera terminó hoy. Sí, hoy, 12 de noviembre del 2007, se editó en Europa Lust, Lust, Lust, el tercer disco del grupo de Sune Rose Wagner y Sharin Foo.



Como la banda acaba de firmar con Vice Records para la edición norteamericana del álbum, y, por lo tanto, recién podré adquirir este nuevo material vía Amazon (probablemente) en marzo, busqué nuevamente en la red y encontré un blog muy recomendable y mejicano (rincondelmike.blogspot.com) en el que pude bajarme, antes de su publicación tangible, la reproducción en mp3 de las 12 canciones que forman este lujurioso (por tres) producto sonoro. Maravillas de la era digital que le dicen.


De Dinamarca con amor

Siempre he pensado que para apreciar, opinar y, en este caso, escribir sobre un álbum, primero uno debe escucharlo durante una buena cantidad de tiempo. Al ser la música un fenómeno estrechamente ligado al tiempo, es, como éste, cambiante y su interpretación se fortalece con el recuerdo.
Hace un par de días que vengo escuchando, como loco, esta nueva joya del dúo danés, sin embargo, ante la necesidad de publicar una noticia importante en este blog venido a menos, he de arriesgar algunos pocos y apresurados comentarios sobre el disco.
El sonido nos remite, sorpresivamente, al primer disco de los Raveonettes, Chain Gang Of Love (antes la banda sacó un sensacional EP, Whip It On), sin embargo las melodías están más ligadas a la placa anterior, Pretty In Black. Ahora más que nunca, la desolación y el baile se complementan de forma mágica.
El disco empieza con Aly, Walk With Me; un riff, que suena a lo más oscuro de Depeche Mode, acompaña la misteriosa voz con eco. Finalmente la canción se descarrila en una puntiaguda ola de distorsión. Sin duda un poderoso inicio (más fuerte que los comienzos de los dos discos anteriores), que se amalgama a la perfección con lo que sigue: la expectante Hallucinatios y Lust, canción que parece arrancada de la ya mencionada Aly…
El gancho pop esta vez le pertenece a Dead Sound, fabuloso cuarto track que seguramente será el primer single (sin embargo, auguro que no sonará más que That Great Love Sound o Love in a Trashcan). Luego sigue Blush, tal vez el mejor momento de Lust, Lust, Lust. De ahí en adelante toda la emoción se va para arriba.


You Want The Candy en vivo


En general, las guitarras del disco pasan a través de las texturas sonoras a lo Sonic Youth y My Bloody Valentine, mientras las canciones son más nuevaoleras que nunca, sobre todo en la super bailable You Want The Candy (no me la puedo sacar de la cabeza) y With My Eyes Closed. Los ritmos tienen el alma del rock and roll de Buddy Holly, del surf rock de The Ventures (Blitzed) y de las baladas de The Ronettes (Sad Transmission).
Lust, Lust, Lust, cuyo título habría que interpretarlo como una sobreexcitación divertida y tierna a la vez, es el disco en el que más destaca la voz de la rock star más blanquiñosa del planeta, Sharin Foo. La sobria instrumentación del álbum acompaña de manera perfecta los pasajes del disco. Incluso, por momentos a uno le provoca contemplar el silencio entre los sonidos. La monumental y melancólica The Beat Dies, es el mejor final para uno de los mejores discos del año.
Sin duda, un paso adelante de una de las grandes bandas de la década.

Lista de canciones:
1. Aly, Walk With Me
2. Hallucinations
3. Lust
4. Dead Sound
5. Black Satin
6. Blush
7. Expelled From Love
8. You Want The Candy
9. Blitzed
10. Sad Transmisson
11. With My Eyes Closed
12. The Beat Dies

miércoles, octubre 10, 2007

Los mejores discos año por año (2000-2006)

Soy amante de la música desde muy niño. Me dice mi madre que la primera vez que escuché Rock And Roll de Led Zeppelin me eché a llorar porque mi hermano la había puesto a todo volumen, pero aproximadamente a los 10 años empecé a formar mi colección de ‘casets’ e, ironías de la vida, el primer Cd que me compraron fue el Led Zeppelín IV.
Ahora soy músico, mi colección ha crecido mucho y con el paso de los años he escuchado de todo (pero, claro, no todo): discos asombrosos, maravillas experimentales y verdaderas revoluciones sonoras. La música es lo que más me gusta y, por lo tanto, discriminar en estos asuntos no me parece productivo y opinar que un disco o grupo (o libro o foto o lo que sea) es una mierda, me parece injusto y contraproducente. Todo el mundo hace su trabajo con esfuerzo y como mejor le parece. Lo que sí me parece positivo es escribir sobre lo que me agrada, y eso es bastante: desde la A, de Abuelos de la Nada, AC/DC, Louis Armstrong y Joe Arroyo; hasta la Z, de Zappa, The Zombies y ZZ Top.
Ya que, mal que bien, he vuelto a agarrarle la onda a este blog, voy a hacer algo que siempre he querido: elegir el disco del año. Sin embargo, todavía no es el momento, falta para que acabe el 2007. Hace más de 12 meses que existe RAN-KING, pero no elegí el mejor disco del 2006 debido a la amarillenta dejadez. Por eso, y porque toda mi vida ha sido una constante lucha contra la flojera, lo que quiero a estas alturas es elegir, año por año, los mejores discos de los últimos tiempos, del 2000 en adelante (más o menos desde que, según mis metas personales, debí empezar a escribir sobre música). Empecemos...

2000 – Kid A (Radiohead)

Tienen todo el derecho de decir: qué aburrido este pata, elige al obvio, al que ganó el Grammy, etc. Bueno, busqué bastante y no encontré un mejor disco que éste durante el 2000. Un álbum que se hizo popular básicamente porque en ese momento, y luego de sacar dos discos que cambiaron la historia de la música contemporánea, Radiohead era el grupo más importante del planeta. Mientras Coldplay, una de las bandas que se creó luego de escuchar The Bends (1995), emulaba el lado más pop de Tom Yorke y compañía con el lanzamiento de Parachutes, Radiohead exploraba el límite de su lado más oscuro y ‘freak’. Kid A es un disco, por decir lo menos, complejo y difícil de tragar, que, a mi entender, tiene el alma de obras experimentales como Islands de King Crimson. Pero Crimson nunca formó parte del 'mainstream' y Radiohead en el 2000 hizo mundialmente popular la parálisis facial, los tonos menores y la siniestra desolación computarizada. Dentro de lo mejor del año también estuvo el Veni Vidi Vicious de los suecos The Hives, disco que llegaría a esta parte del globo dos años después.

2001 – Is This It (The Strokes)

Otro obvio pero que gana por goleada. Gracias a este disco ahora tenemos a los Artic Monkeys y, al menos para mí, eso basta y sobra. Aunque probablemente la voz de Julian Casablancas no haya sido tan imitada como la de Eddie Vedder, el aporte creativo e importancia generacional de The Strokes en Is This It le saca varios cuerpos al de Ten de Pearl Jam. El jugueteo instrumental de la banda (bajo, guitarra y batería) es la cama en la que yace el fragor de la fiesta más feliz y la melancolía más hinchada. The Strokes en el 2001 fue The Velvet Underground con las canciones más pedidas en las discotecas del mundo entero. No se componían canciones como Last Nite, Someday y Hard To Explain desde finales de los setenta, y hasta antes de Is This It, parecía que nadie podría volver a escribir así de nuevo. Durante ese año también me fascinaron Vespertine de Björk y White Blood Cells de The White Stripes. Por estos lados del planeta destaco el Jessico de Babasónicos.

2002 – Turn On The Bright Lights (Interpol)

Para el 2002 no la tengo tan clara. Durante ese año salieron al mercado discos excelentes como los dos que sacó Tom Waits (Alice y Blood Money), Sea Change de Beck, Yoshimi Battles The Pink Robots de The Flaming Lips, y el muy buen debut de The Coral. Sin embargo creo que elegí este disco de Interpol porque tiene, más que los otros, la característica que debe que tener todo gran álbum de rock and roll: potencia. Interpol es otra de esas bandas que le debe la vida a Radiohead, pero posee aquello que le falta a Coldplay (sí, de nuevo): fuerza interpretativa grupal, un cantante de una voz que impresiona, canciones redondas; es decir, rojo brillante en lugar de amarillo suave. En suma Interpol está más cerca del Joy Division de los finales de los setenta, mientras que Coldplay del U2 de los finales de los noventa. Say Hello To The Angels, NYC, Obstacle 1 y ocho canciones más para escuchar a todo volumen.

2003 – Elephant (The White Stripes)

Pocos discos en la historia pueden superar a Elephant, y gracias a él The White Stripes, pienso, es el grupo de la década. Canciones como Seven Nation Army, Black Math, The Hardest Button To Button (y casi todas las demás, en realidad), colocan a Elephant dentro de los grandes discos del mal llamado ‘rock pesado’: Paranoid de Black Sabbath, el ya mencionado cuarto álbum de Led Zeppelin, el Machine Head de Deep Purple, etc. Un clásico total hecho por un eximio guitarrista que tiene tanto de Jimmy Page como de Robert Johnson. Elephant, además es lo mejor de un gran año, musicalmente muy especial para mí porque en el 2003 también se editaron el genial Give Up de Postal Service, el gran debut de Kings of Leon, Fever To Tell de los Yeah Yeah Yeahs, Chain Gang Of Love de Raveonettes, Keep On Your Mean Side de The Kills, entre otros buenísimos discos de bandas nuevas.

2004 – Funeral (Arcade Fire)

Yo, fanático del Pet Sounds de los Beach Boys, esperaba casi con desesperación la edición definitiva de Smile, aquel proyecto que se frustró en 1967 y que Brian Wilson estaba preparando para el 2004. Prometía, decían los críticos, ser el mejor álbum de la historia de la música, por lo que, cuando salió, obviamente no superó mis tremendas expectativas. Para muchos la obra del genio creativo de los chicos de la playa fue el disco del año, pero yo no estaba muy seguro. Otro dinosaurio, Jimmy Page, había editado How The West Was Won, un contundente disco triple en vivo con dos actuaciones de Led Zeppelin de 1972. Sin embargo, creo que lo mejor del 2004 fue la aparición de un nuevo super grupo: Arcade Fire. El debut de los (en su mayoría) canadienses, liderados por el gringo Win Butler es lo más original y excitante que se ha podido escuchar en años, a pesar de que Funeral es un disco cuyo tema, obviamente, es la muerte. Luego de debutar, los Arcade Fire se conviertieron en la banda favorita de muchas leyendas como David Bowie y Bono. Incluso Chris Martin (Sí, Coldplay de nuevo) ha dicho que los Arcade son el mejor grupo de todos los tiempos. Voy adelantando que Neon Bible, el segundo disco de la banda que ha salido este año, es, desde mi punto de vista, superior a Funeral.

2005 – Pretty In Black (The Raveonettes)

A este sí que nadie lo eligió como el disco del año ni en su natal Dinamarca. Pero un disco en el que figuran como invitadas Ronnie Spector (la inigualable voz de The Ronettes) y Moe Tucker (baterista de The Velvet Underground) tiene que ser, por lo menos, emocionante. Bueno pues, Pretty In Black es genial. The Raveonettes, un dúo formado por el musicólogo Sune Rose Wagner y la bella (y muy rubia) cantante Sharin Foo, trajeron los setenta de vuelta y en su mejor forma. Roy Orbison, las Ronettes, The Temptations, The Velvet Underground, Smokey Robinson, The Kinks, The Drifters, todo está, nuevo y contemporáneo, en Pretty In Black, el ultimo disco de la agrupación hasta la fecha (estamos a la espera del próximo). Son doce increíbles canciones originales que también tienen de My Bloody Valentine y Jesus And Mary Chain, y una versión de My Boyfriend’s Back. Redondo e hipnótico.

2006 – Orphans (Tom Waits)

En otro año de buenos discos, el álbum triple de Waits es un horrendo y gigantesco animal subterráneo que le saca la mierda a toditos. Le saca la mierda al perfecto regreso de Bob Dylan (Modern Times), a los nuevos discos de Sonic Youth (Rather Ripped) y los Yeah Yeah Yeahs (Show Your Bones), y, por peso, al brillante debut de los Arctic Monkeys (Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not). Jamás he escuchado nada como Orphans, tres discos que te dejan sin habla por tres razones: belleza, fuerza y pánico. En el primero, titulado Brawlers, el genio de Waits nos lleva a la inteligencia de sus letras, a la astucia del rock and roll del neolítico, al blues que sólo se puede conseguir cavando en una mina, al ritmo que se obtiene remando como esclavo en un barco romano, a notas que parecen salir de la garganta de un ser antropomorfo y cojo. En el segundo, Bawlers, podemos escuchar las melodías más bellas del mundo agrupadas como si se tratara de una antología de la historia de la música, desde los principios del tiempo. Bastards, el tercer disco, es lo más parecido a Frankenstein que un grupo de sonidos puede ser. Aquí, el miedo y la sorpresa se juntan como sólo sucede en las películas. Verdaderamente increíble.

Hasta diciembre.

viernes, setiembre 14, 2007

BALOTA AL CIELO: Led Zeppelin, noviembre 2007

De hecho, debo haber ganado algunas cosas. Cuando pienso en cómo me va, siento que, en general, he tenido suerte: estoy con la mujer que amo y tengo un trabajo, más bueno que malo, en el mejor diario del país, gracias a una entrevista que me hicieron hace tres años (y en la que, definitivamente, me pudo haber ido mal). También hago lo que me gusta más en el mundo: música, y en un grupo increíble (además nos va bien).


http://www.ledzeppelin.com/


Hasta ahora he tenido suerte, sin embargo, en los juegos de azar, no recuerdo haber ganado algo importante. En el Ganagol he obtenido un par de veces los aciertos necesarios para reclamar 7 soles de premio y, creo que, cuando era muy niño gané un chancho muerto en una rifa, que sirvió en mi casa para los desayunos, almuerzos y cenas de unos cuantos días.
Hago este repaso con el único fin de descubrir si soy, en esencia, un lechero, pues ahora más que nunca necesito esa suerte que no sé si tengo. Una balota (una bolilla, para no ser huachafo) determinará si seré uno de los 15 mil afortunados que conseguirá un ticket para la esperada reunión de Led Zeppelin que, a estas alturas, ya está confirmada. Jimmy Page (63 años), Robert Plant (59) y John Paul Jones (61) se juntaron hace pocos días y quedaron en realizar una sola presentación con el hijo del fallecido John Bonham, Jason, en la batería.
Ante la gran demanda por las entradas, los organizadores del concierto (que se llevará a cabo el 26 de noviembre en la espectacular carpa O2 de Londres), han determinado que se haga un sorteo, mismo Copa América o Mundial de fútbol, en el que se elegirán al azar a aquellos seres humanos que podrán comprar los boletos. Obviamente, esta vez no habrá alguien como la hija de Teófilo Salinas para que saque la bolilla de mi alegría.




GET SOME MONE SAVED
Ya me suscribí al asunto, pero, claro, no sólo voy a necesitar suerte, je. Cada boleto cuesta 180 euros, unos 200 cocachos. A esto hay que sumarle el costo del pasaje en avión que, para la fecha, está un promedio de 2.300 dólares (sin impuestos de ida y vuelta). Pero eso no es todo. Si fuera un chileno con plata podría entrar y salir del Reino Unido cuantas veces quisiera, pero como soy un peruano misio debo conseguir visa. Al tiempo del trámite hay que aumentarle unos 410 solsitos más. En suma, y sin contar comida, transporte y alojamiento (en el supuesto de que ya estuviera en Inglaterra, jajaja), el costo total sería como 3 mil dólares.

LA MISMA CANCIÓN, PERO DISTINTA
Mientras escribo esto me voy desanimando cada vez más (cuando estaba escribiendo los primeros párrafos no había reparado en la plata). Pero bueno, sigamos pa’lante. El motivo del concierto (dicen oficialmente) no es otro que ayudar a la fundación Ahmet Ertegun para la educación (todo el dinero de las entradas para este concierto, en el que también estarán Bill Wyman y Pete Townsend, se destinará a dicha fundación). Ertegun fue fundador de Atlantic Records, la famosa compañía que, entre otras cosas, firmó a Led Zeppelin en 1968. Murió el año pasado (tenía 83) de forma tragicómica (resbaló durante un concierto de los Rolling Stones y se golpeó la cabeza).
Sin embargo, qué casualidad, 13 días antes del show, Page y compañía sacarán un nuevo disco recopilatorio. Si tenemos en cuenta que ya existen en el mercado tres discos de “grandes éxitos” de Zeppelin, Remasters (1990), Early Days (1999) y Latter Days (2000) (sin contar dos box set); el lanzamiento de Mothership (que así se llama el CD doble), definitivamente está relacionado más con el billete que con la música. La lista de canciones no es muy imaginativa, es prácticamente la misma de los recopilatorios anteriores. Lo mejor parece que será la carátula (¿muy al estilo de los White Stripes?) . Juzguen ustedes:


Disco 1:
1. Good Times Bad Times
2. Communication Breakdown
3. Dazed And Confused
4. Babe I'm Gonna Leave You
5. Whole Lotta Love
6. Ramble On
7. Heartbreaker
8. Immigrant Song
9. Since I've Been Loving You
10. Rock And Roll
11. Black Dog
12. When The Levee Breaks
13. Stairway To Heaven

Disco 2:
1. Song Remains The Same
2. Over The Hills And Far Away
3. D'Yer Maker
4. No Quarter
5. Trampled Under Foot
6. Houses Of The Holy
7. Kashmir
8. Nobody's Fault But Mine
9. Achilles Last Stand
10. In The Evening
11. All My Love

Pero eso no es todo. Apenas una semana antes del show, Led Zeppelin (Jimmy Page, en realidad), seguirá aumentando su catálogo con la edición de colección The Song Remains The Same, la famosa película de la banda, y la banda sonora de la misma (que en su momento fue el único material en vivo publicado por el grupo). Para mejorar el sonido, Page ha trabajado con Kevin Shirley, el técnico responsable del inmenso How The West Was Won (2003). El encargado de los comentarios o ‘liner notes’ será el caserito, ex reportero de la Rolling Stone y director de cine, Cameron Crowe.
El DVD doble tendrá los clásicos detrás de cámara y cualquier cantidad de material ‘extra’, es decir, ese tipo que cosas que hace babear a los fans (me incluyo). La lista del soundtrack ha sido reordenada, con los nuevos tracks (6 canciones), para que uno pueda disfrutar del concierto de julio de 1973, que Zeppelin dio en el Madison Square Garden, de principio a fin, tal y como se interpretó.
Como buen comprador de piratas de Zeppelin, debo decirles que el material inédito es de lo mejorcito de la historia del grupo en directo. Over The Hills And Far Away se escucha muy fresca en una de sus primeras interpretaciones en vivo (Page hace la intro con la eléctrica), pero lo mejor es el sorprendente enlace entre Misty Mountain Hop y Since I've Been Loving You. Hablamos de momentos inspirados que, luego, la banda no repitió tan seguido.
Aquí la lista de canciones:


Disco 1:
1. Rock And Roll
2. Celebration Day
3. Black Dog (inédita)
4. Over The Hills And Far Away (inédita)
5. Misty Mountain Hop (inédita)
6. Since I've Been Loving You (inédita)
7. No Quarter
8. The Song Remains The Same
9. The Rain Song
10. The Ocean (Inédita)

Disco 2:
1. Dazed And Confused
2. Stairway To Heaven
3. Moby Dick
4. Heartbreaker (inédita)
5. Whole Lotta Love

El destino, y el bolsillo, dirán…

- Lee también Sueño frustrado (5 de octubre del 2006)
- Proximamente: La visita del año (segunda parte)

jueves, setiembre 06, 2007

La visita del año (PRIMICIA NACIONAL)

Si pensaron que el concierto de Roger Waters era el único candidato al show del año (¿de la década, del siglo, de la historia?) en el Perú, pues se equivocan. El próximo 13 de noviembre BJÖRK pisará el escenario del vértice del Museo de la Nación y a partir de ese momento, nada, nunca más, será igual. No es floro, la información es de primera mano. El mismo promotor que trajo al “genio creativo” de Floyd es el responsable de este suceso. Solo nos queda cruzar los dedos, tener la convicción de que la fecha del recital (martes 13) no constituye un mal augurio, y esperar a que no ocurra nada malo durante los 60 días que faltan para el concierto. ¡Qué felicidad!


Björk presentará su último disco, el fabuloso Volta,
el martes 13 de noviembre en el Vértice de la Cultura.

lunes, agosto 20, 2007

D'Artagnan

En 1844 tres mosqueteros protagonizaron una historia de amistad y heroísmo que pronto se convirtió en un clásico de la literatura mundial. Tuvieron que pasar 125 años para que otros tres fulanos de bigotes y pelo largo conmovieran al planeta. Claro, esta vez no blandían mosquetes; empuñaban guitarras. Felizmente no cometieron la huachafería de cambiar sus nombres por los de Athos, Porthos, y Aramis; ellos fueron simplemente Crosby, Stills & Nash. Sin embargo, como en la novela de Dumas, a los tres les faltaba un D’Artagnan, un héroe que, en definitiva, fuera el responsable de las más importantes proezas del grupo. Bueno pues, en 1969 D’Artagnan se llamó Neil Young.

No obstante, eso es pura cultura (musical) general. En realidad sabía poco de Neil Young. Recordaba apenas un par de canciones de Crosby, Stills & Nash (sin Young), y había oído parte de su Unplugged en la casa de un amigo (creo que no me gustó mucho). También sabía que el canadiense era el ídolo de los Pearl Jam y eso, digamos, no me motivaba a buscar sus discos.
Sin embargo, conocía For What It’s Worth, aquel bucólico e intenso himno hippie de los legendarios Buffalo Springfield, grupo que integraban Young y Stephen Stills a mediados de los sesenta. También, una de sus canciones me había acompañado durante un momento muy triste: Long May You Run, que está en un disco de Young con el mencionado Stills, y que suena en uno de los finales más melancólicos de la serie “Los años maravillosos”. Cuando la escucho simplemente me echo a llorar.
Una vez, con el grupo tocamos en vivo Don’t Cry No Tears, canción que abre Zuma, un disco de Young de 1975, y esto provocó que me apurara a conseguir el famoso álbum de 1972, Harvest. Quedé maravillado con la extraña belleza de las melodías de este cantante que, cuando atacaba el micrófono, parecía divagar en la cuerda floja que divide la afinación de la desafinación.

Neil Young, Stephen Stills, DavidCrosby y Graham Nash


Luego, y para terminar esta lenta introducción, descubrí el hit Rockin’ In The Free World en los créditos de Fahrenheit 9/11 de Michael Moore. Como quería tener esta canción y, de paso, conocer el resto de la obra del canadiense, empecé a buscar su última recopilación, que editó en el 2004. Existen pocos ‘Grandes éxitos’ destacables, pero algunos son un valioso primer paso en la historia musical del artista. Por eso, con convicción, fui hasta aquel mágico templo de la cultura llamado Polvos azules y encontré una de esas contundentes ediciones que vienen con material extra. En este caso, un inédito segundo disco completaba el simple Greatest Hits. Para ser honesto, debo decir que es justo este segundo CD (cuya compilación es obra de un respetable pirata) el motivo de este texto.
El CD #1 es una copia fiel del original recopilatorio de Young. Incluye tres canciones del primer álbum con su banda Crazy Horse, Everybody Knows This Is Nowhere (abre con la conmovedora Down By The River), otras tres del clásico After the Gold Rush (1970), los dos éxitos que editó con Crosby, Stills & Nash (las perfectas Helpless y Ohio) y las obligatorias Heart of Gold, Old Man, Like A Hurricane y, claro, el himno anti-Bush, Rockin’ In The Free World.
Verdaderas sorpresas para mí fueron Hey Hey, My My (Into the Black) y Comes a Time. En la primera Young anuncia que el rock and roll “can never die” (“no puede morir jamás”), y no te queda otra que creerle pues lo acompaña una de las guitarras más potentes, crudas y saturadas de la historia de la grabación sonora. La segunda es todo lo contrario. La voz femenina y el violín de Comes a Time parecen escaparse de uno de los mejores momentos del Desire de Bob Dylan. Una delicada joya.


Neil Young Greatest Hits (2004)


Sin embargo, como ya anuncié, es el inédito disco dos el que alberga mis canciones (y sorpresas) favoritas. Tell Me Why y Walk On (inicios de After the Gold Rush y On The Beach, respectivamente) destacan por su interpretación. Lotta Love (que forma parte del disco Comes a Time de 1978) tiene el cuerpo y el alma de aquellas baladas pop de finales de los setenta que muchos no soportan pero que a mí me encantan. Del mismo álbum de 1978 figura Four Strong Winds, clásica canción del famoso compositor canadiense Ian Tyson, que Young canta con la joven y bella promesa del folk americano Nicolette Larson (que un año después logró más popularidad con una versión de la mencionada Lotta Love).
No obstante, el pirata guardó lo mejor para el final: los casi 9 minutos de Ambulance Blues. Si hacemos una analogía con Dylan, ‘Ambulance’ es una melancólica mezcla de Desolation Row y Sad Eyed Lady of the Lowlands. Luego de acabar una larga relación amorosa, Young canta “she needs someone that she can scream at, and I'm such a heel for makin' her feel so bad” (“ella necesita alguien a quien pueda gritar y yo soy un canalla por hacerla sentir tan mal”), mientras golpea su guitarra acústica con lenta determinación.


Nicolette Larson


Ahora que he escuchado un poco más de su obra, se me hace clara la importancia de Neil Young (de la que los enterados hablan) en la música norteamericana y mundial. Es trascendental, no sólo por su inigualable capacidad para crear rudos himnos originales y melodías agridulces, sino porque este D’Artagnan del norte de América (sin plumas en el sombrero, con jeans en vez de mallas apretadas y que ha cambiado al cardenal Richelieu por George W. Bush), puede clavarte la estocada más febril, cuantas veces le dé la gana. Por lo pronto, es el creador de algunas de las canciones que forman parte de la banda sonora de mi vida (estoy convencido de que Ambulance Blues siempre me hará recordar la desgracia que acabamos de vivir en el país). Sin embargo, lo más sensacional de todo es que me falta mucho de su obra por conocer.

Lo que no entró…

1. Neil Percival Young nació en Toronto, Ontario, el 12 de noviembre de 1945.
2. Con Crosby, Stills & Nash editó cinco discos en tres décadas. El más importante fue el primero, Déjà Vu (1970), que contiene Helpless. Su éxito Ohio (compuesto por Young) habla de la masacre de la universidad de Kent State (4 de mayo de 1970) en la que miembros de la guardia nacional de Estados Unidos mataron a cuatro estudiantes que protestaban contra la decisión del presidente Nixon de invadir Camboya.
3. Su último disco, Living With War (2006), critica abiertamente la administración del presidente de Estados Unidos, George Bush.
4. Para la cadena de radio CBC Radio One, Four Strong Winds, del cantautor Ian Tyson, es la más grande canción canadiense de todos los tiempos.
5. La linda cantante Nicolette Larson murió de edema cerebral en 1997 con solo 45 años. Siempre la extrañaremos.

viernes, agosto 17, 2007

Red con ritmo

¡Oiga! Dos grandes amigos me han dado un par de noticiones.

El primero me lo contó mi hermano (y sonero en España) Diego Alonso Eslava, nada más y nada menos que tomándonos una chela (yo) y un pisco sour (él) en el concierto de Caetano Meloso (no es error de digitación).
El dato es casi un milagro: resulta que existe un blog en el que te puedes bajar TODA la discografía oficial de Héctor Lavoe, incluidos, cómo no, los discos de Willie Colón en los que participó ‘el cantante de los cantantes’. Los tracks en MP3 están comprimidos (necesitas el Winrar para descomprimir los archivos) y (esto es lo mejor) la velocidad de reproducción de la mayoría de álbumes es de 320 Kbs por segundo.
El desquiciado perpetrador de esta quimera se llama Julián Drago (¡ídolo!) y la dirección de su página personal (tienes que entrar ahora mismo) es sunoflatinmusic.blogspot.com. Los post (en inglish, man) también están chéveres y tienen buena, y nueva, información.

The Héctor Lavoe discography
http://sunoflatinmusic.blogspot.com/2007/07/hector-lavoe-discography.html

El segundo notición me lo dijo el camará Jorge Ruiz (eternamente agradecido, todo el crédito para él); que la página web del maestro, y actual ministro de turismo de Panamá, Rubén Blades, o ‘bleids" (cacofonía que a veces irrumpe desde la propia boca del genio), ha agarrado un nuevo aire. Ahora todos los que ingresen a rubenblades.com, podrán chekear el programa "SDRB" ("show de rubén blades"), que conduce el propio autor de Ligia Elena.
En 8 emisiones de antología (hasta la fecha), el compositor ha respondido las preguntas más espontáneas de sus ‘fans’, presentado a sus grupos musicales favoritos, cantado algunas canciones, contado sabrosas anécdotas e, incluso, enseñado al respetable a preparar unos apetitosos patacones.
Ha hablado de Lavoe, Willie Colón, del Perú, de su vida, sus canciones (qué significa GDBD), política, literatura, en fin... Todo muy improvisado. Un deleite para sus seguidores (me incluyo y, anuncio, pronto le escribiré al gran creador de Maestra Vida).
Deja de leer esta tontera y clickea ya http://www.rubenblades.com/. Todos los lunes se cuelgan los nuevos programas y los anteriores los puedes ver completos en iTunes.


SDRB