lunes, agosto 20, 2007

D'Artagnan

En 1844 tres mosqueteros protagonizaron una historia de amistad y heroísmo que pronto se convirtió en un clásico de la literatura mundial. Tuvieron que pasar 125 años para que otros tres fulanos de bigotes y pelo largo conmovieran al planeta. Claro, esta vez no blandían mosquetes; empuñaban guitarras. Felizmente no cometieron la huachafería de cambiar sus nombres por los de Athos, Porthos, y Aramis; ellos fueron simplemente Crosby, Stills & Nash. Sin embargo, como en la novela de Dumas, a los tres les faltaba un D’Artagnan, un héroe que, en definitiva, fuera el responsable de las más importantes proezas del grupo. Bueno pues, en 1969 D’Artagnan se llamó Neil Young.

No obstante, eso es pura cultura (musical) general. En realidad sabía poco de Neil Young. Recordaba apenas un par de canciones de Crosby, Stills & Nash (sin Young), y había oído parte de su Unplugged en la casa de un amigo (creo que no me gustó mucho). También sabía que el canadiense era el ídolo de los Pearl Jam y eso, digamos, no me motivaba a buscar sus discos.
Sin embargo, conocía For What It’s Worth, aquel bucólico e intenso himno hippie de los legendarios Buffalo Springfield, grupo que integraban Young y Stephen Stills a mediados de los sesenta. También, una de sus canciones me había acompañado durante un momento muy triste: Long May You Run, que está en un disco de Young con el mencionado Stills, y que suena en uno de los finales más melancólicos de la serie “Los años maravillosos”. Cuando la escucho simplemente me echo a llorar.
Una vez, con el grupo tocamos en vivo Don’t Cry No Tears, canción que abre Zuma, un disco de Young de 1975, y esto provocó que me apurara a conseguir el famoso álbum de 1972, Harvest. Quedé maravillado con la extraña belleza de las melodías de este cantante que, cuando atacaba el micrófono, parecía divagar en la cuerda floja que divide la afinación de la desafinación.

Neil Young, Stephen Stills, DavidCrosby y Graham Nash


Luego, y para terminar esta lenta introducción, descubrí el hit Rockin’ In The Free World en los créditos de Fahrenheit 9/11 de Michael Moore. Como quería tener esta canción y, de paso, conocer el resto de la obra del canadiense, empecé a buscar su última recopilación, que editó en el 2004. Existen pocos ‘Grandes éxitos’ destacables, pero algunos son un valioso primer paso en la historia musical del artista. Por eso, con convicción, fui hasta aquel mágico templo de la cultura llamado Polvos azules y encontré una de esas contundentes ediciones que vienen con material extra. En este caso, un inédito segundo disco completaba el simple Greatest Hits. Para ser honesto, debo decir que es justo este segundo CD (cuya compilación es obra de un respetable pirata) el motivo de este texto.
El CD #1 es una copia fiel del original recopilatorio de Young. Incluye tres canciones del primer álbum con su banda Crazy Horse, Everybody Knows This Is Nowhere (abre con la conmovedora Down By The River), otras tres del clásico After the Gold Rush (1970), los dos éxitos que editó con Crosby, Stills & Nash (las perfectas Helpless y Ohio) y las obligatorias Heart of Gold, Old Man, Like A Hurricane y, claro, el himno anti-Bush, Rockin’ In The Free World.
Verdaderas sorpresas para mí fueron Hey Hey, My My (Into the Black) y Comes a Time. En la primera Young anuncia que el rock and roll “can never die” (“no puede morir jamás”), y no te queda otra que creerle pues lo acompaña una de las guitarras más potentes, crudas y saturadas de la historia de la grabación sonora. La segunda es todo lo contrario. La voz femenina y el violín de Comes a Time parecen escaparse de uno de los mejores momentos del Desire de Bob Dylan. Una delicada joya.


Neil Young Greatest Hits (2004)


Sin embargo, como ya anuncié, es el inédito disco dos el que alberga mis canciones (y sorpresas) favoritas. Tell Me Why y Walk On (inicios de After the Gold Rush y On The Beach, respectivamente) destacan por su interpretación. Lotta Love (que forma parte del disco Comes a Time de 1978) tiene el cuerpo y el alma de aquellas baladas pop de finales de los setenta que muchos no soportan pero que a mí me encantan. Del mismo álbum de 1978 figura Four Strong Winds, clásica canción del famoso compositor canadiense Ian Tyson, que Young canta con la joven y bella promesa del folk americano Nicolette Larson (que un año después logró más popularidad con una versión de la mencionada Lotta Love).
No obstante, el pirata guardó lo mejor para el final: los casi 9 minutos de Ambulance Blues. Si hacemos una analogía con Dylan, ‘Ambulance’ es una melancólica mezcla de Desolation Row y Sad Eyed Lady of the Lowlands. Luego de acabar una larga relación amorosa, Young canta “she needs someone that she can scream at, and I'm such a heel for makin' her feel so bad” (“ella necesita alguien a quien pueda gritar y yo soy un canalla por hacerla sentir tan mal”), mientras golpea su guitarra acústica con lenta determinación.


Nicolette Larson


Ahora que he escuchado un poco más de su obra, se me hace clara la importancia de Neil Young (de la que los enterados hablan) en la música norteamericana y mundial. Es trascendental, no sólo por su inigualable capacidad para crear rudos himnos originales y melodías agridulces, sino porque este D’Artagnan del norte de América (sin plumas en el sombrero, con jeans en vez de mallas apretadas y que ha cambiado al cardenal Richelieu por George W. Bush), puede clavarte la estocada más febril, cuantas veces le dé la gana. Por lo pronto, es el creador de algunas de las canciones que forman parte de la banda sonora de mi vida (estoy convencido de que Ambulance Blues siempre me hará recordar la desgracia que acabamos de vivir en el país). Sin embargo, lo más sensacional de todo es que me falta mucho de su obra por conocer.

Lo que no entró…

1. Neil Percival Young nació en Toronto, Ontario, el 12 de noviembre de 1945.
2. Con Crosby, Stills & Nash editó cinco discos en tres décadas. El más importante fue el primero, Déjà Vu (1970), que contiene Helpless. Su éxito Ohio (compuesto por Young) habla de la masacre de la universidad de Kent State (4 de mayo de 1970) en la que miembros de la guardia nacional de Estados Unidos mataron a cuatro estudiantes que protestaban contra la decisión del presidente Nixon de invadir Camboya.
3. Su último disco, Living With War (2006), critica abiertamente la administración del presidente de Estados Unidos, George Bush.
4. Para la cadena de radio CBC Radio One, Four Strong Winds, del cantautor Ian Tyson, es la más grande canción canadiense de todos los tiempos.
5. La linda cantante Nicolette Larson murió de edema cerebral en 1997 con solo 45 años. Siempre la extrañaremos.

viernes, agosto 17, 2007

Red con ritmo

¡Oiga! Dos grandes amigos me han dado un par de noticiones.

El primero me lo contó mi hermano (y sonero en España) Diego Alonso Eslava, nada más y nada menos que tomándonos una chela (yo) y un pisco sour (él) en el concierto de Caetano Meloso (no es error de digitación).
El dato es casi un milagro: resulta que existe un blog en el que te puedes bajar TODA la discografía oficial de Héctor Lavoe, incluidos, cómo no, los discos de Willie Colón en los que participó ‘el cantante de los cantantes’. Los tracks en MP3 están comprimidos (necesitas el Winrar para descomprimir los archivos) y (esto es lo mejor) la velocidad de reproducción de la mayoría de álbumes es de 320 Kbs por segundo.
El desquiciado perpetrador de esta quimera se llama Julián Drago (¡ídolo!) y la dirección de su página personal (tienes que entrar ahora mismo) es sunoflatinmusic.blogspot.com. Los post (en inglish, man) también están chéveres y tienen buena, y nueva, información.

The Héctor Lavoe discography
http://sunoflatinmusic.blogspot.com/2007/07/hector-lavoe-discography.html

El segundo notición me lo dijo el camará Jorge Ruiz (eternamente agradecido, todo el crédito para él); que la página web del maestro, y actual ministro de turismo de Panamá, Rubén Blades, o ‘bleids" (cacofonía que a veces irrumpe desde la propia boca del genio), ha agarrado un nuevo aire. Ahora todos los que ingresen a rubenblades.com, podrán chekear el programa "SDRB" ("show de rubén blades"), que conduce el propio autor de Ligia Elena.
En 8 emisiones de antología (hasta la fecha), el compositor ha respondido las preguntas más espontáneas de sus ‘fans’, presentado a sus grupos musicales favoritos, cantado algunas canciones, contado sabrosas anécdotas e, incluso, enseñado al respetable a preparar unos apetitosos patacones.
Ha hablado de Lavoe, Willie Colón, del Perú, de su vida, sus canciones (qué significa GDBD), política, literatura, en fin... Todo muy improvisado. Un deleite para sus seguidores (me incluyo y, anuncio, pronto le escribiré al gran creador de Maestra Vida).
Deja de leer esta tontera y clickea ya http://www.rubenblades.com/. Todos los lunes se cuelgan los nuevos programas y los anteriores los puedes ver completos en iTunes.


SDRB